Gif Marketing

Hijo pródigo

Ya en la década de los 90, tras la cruzada de Tenn Berns Lee con la invención de la World Wide Web y la popularización los navegadores web, los gifs se viralizaron rápidamente. En aquellos años los diseñadores web podían dotar de vida a sus escuetas páginas web con modestos módems de 56k.

Fue por ello que los gifs comenzarón a ser usados por función estética más que por su potencial comercial. Los banners publicitarios o botones animados, todavía formaban parte del futuro.

Las patentes del GIF expiraron entre 1997 y 1998 lo que permitió su uso de manera indiscriminada. Una nueva camada de artistas digitales comenzaron a servirse de sus bondades, ya que, como lo sintetiza la artista rusa Olia Lialina, era

“la única forma de meter una imagen en movimiento en un navegador".

Oveja negra

El rápido ascenso inicial de los gifs empezó a llegar a su fin conforme se acercaba el nuevo milenio. Nuevas formas de diseño profesional como las animaciones flash y posteriormente HTML5, relegaron al hijo pródigo de los 90. Todo parecía indicar que el viejo formato se encaminaba al irremediable olvido.

Hoy

Diversas plataformas web, como Giphy, formalizaron este renacer, permitiendo a los usuarios publicar gifs prácticamente en cualquier lugar de internet.

En la actualidad, los gifs forman parte esencial del marketing digital y las razones no son pocas. Su inferior coste de realización, facilidad de inserción, distribución y frescura, en especial si se lo compara con otros tipos de contenidos, lo hacen una opción indiscutible.

Este hijo rebelde de la tecnología se niega a morir en la vorágine progresista. Otros formatos del estilo compiten por destronarlo (como es el caso del formato “webp” desarrollado por Google), sin embargo su legado, al haber establecido una nueva forma de comunicación visual, ya es patrimonio de la humanidad.

Aquel avión, creado en 1987, continúa su ascenso al cielo.

Por Francisco Nuñez